"Soy un hombre enfermo. Soy un hombre malvado. Soy un hombre desagradable. Creo que tengo mal el hígado. Pero no sé nada de mi enfermedad. Ni siquiera puedo decir con seguridad dónde me duele. (...) Soy muy supersticioso... tanto como para sentir respeto por la medicina. (...) No pude conseguir nada, ni siquiera ser malvado; no conseguí ser atractivo, ni perverso, ni un criminal, ni un héroe... ni siquiera un miserable insecto. Y ahora (...) trato, sin mucho éxito de consolarme diciendo que un hombre inteligente no llega nunca a ser nada y que sólo un imbécil puede triunfar". (Memorias del Subsuelo - Fedor Dostoievski)
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